martes, 20 de mayo de 2014

ASÍ DE BIEN LE SIENTA EL EJERCICIO FÍSICO A TU CUERPO

PERSONAS QUE CONVIVEN CON DIABETES
No te estamos descubriendo nada nuevo: la práctica de actividad física es muy recomendable para todas las personas. Ahora, si tienes diabetes, hacer ejercicio no es que sea algo recomendable, es que se convierte casi en una obligación. ¿Que por qué? ¿Qué es lo que hace el ejercicio para mantener la glucemia a raya? Pues esto mismo vamos a tratar de explicarte en este artículo.
Practicar deporte de forma regular provoca la activación de innumerables mecanismos que hacen que el índice de azúcar en sangre se mantenga en su sitio. Entre otras muchas cosas, el ejercicio aumenta la sensibilidad a la insulina hasta por lo menos 24 horas después de su práctica, además de incrementar el consumo de hidratos de carbono por parte del músculo y evitar los picos de azúcar después de las comidas. Esto se debe, sobre todo, a que el músculo almacena azúcares dentro de sí para poder usarlos de forma rápida en cualquier actividad de la vida cotidiana.
Durante el ejercicio, esos depósitos se van consumiendo y disminuyendo. Por eso, una vez se termina de practicar deporte, el organismo se vuelve más sensible a la insulina de tal forma que esta transfiere el azúcar de la sangre al músculo y estos depósitos del músculo vuelven a llenarse. Por si fuera poco, el ejercicio mejora la capacidad pulmonar, y en los músculos, la extracción de oxígeno de la sangre. O lo que es lo mismo, mejora la eficiencia del músculo disminuyendo la sensación de fatiga durante el ejercicio.
La actividad física te hará sentir más fuerte, más ágil y más activo. Te ayudará a acabar con el estrés y te notarás con mayor vitalidad. Podrás prevenir muchas de las complicaciones asociadas a la diabetes. Realizar deporte de forma regular aumentará el consumo de grasas, lo que hará que disminuya la resistencia a la insulina y, por lo tanto, te hará posible disminuir las dosis de insulina lenta o basal. Mejorarán tus perfiles de hemoglobina Glicosilada o HbA1c.
Pero no acaban aquí las ventajas, porque el ejercicio reduce la presión arterial hasta 8 y 10 mmHg tanto en presión arterial sistólica (alta) como en la diastólica (baja). Aumenta la longitud, grosor y luz arterial, mejorando así el flujo de la sangre. Reduce el riesgo sobre la producción de trombos y adhesión plaquetaria, previene la aparición de la diabetes tipo 2 y, en estos pacientes, disminuye la posibilidad de necesitar inyecciones de insulina para mejorar su tratamiento, llegando a ser más potente que el uso de metformina. Por no hablar de lo bien que nos hace sentir al aumentar nuestra autoestima, autoconfianza y la percepción y seguridad en nosotros mismos.
Nosotros te recomendamos que realices ejercicio al menos tres veces por semana, ya que sus efectos positivos desaparecen al cabo de tres días independientemente del nivel o condición física. Antes de comenzar un programa de entrenamiento habla con tu médico o endocrino para que te indique las limitaciones que puedas tener.
Luis Miguel Pérez
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte