Pilates, sus defensores, lo consideran un entrenamiento integral de cuerpo y mente que pueden desarrollar personas de todas las edades. Se recomienda incluso para enfermedades como asma, insuficiencia cardíaca, e incluso para pacientes oncológicos. Se han demostrado sus beneficios neurológicos y ginecológicos, en el aparato locomotor y en la rehabilitación posquirúrgica de lesiones.
En 10 sesiones se siente la diferencia, en 20 se ve la diferencia y en 30 cambia el cuerpo, palabras de Joseph Humbertus Pilates, creador del método Pilates.
El Pilates, está basado en 300 ejercicios básicos, derivados de la gimnasia correctora, y de otras variedades deportivas que tienen cómo objetivo principal, fortalecer el centro de gravedad, localizado entre la zona abdominal y lumbar. A partir de ahí, se trabaja la estructura abdominal, fortalece el suelo pélvico, corrige la postura corporal, robustece la musculara de la espalda y mejora la alineación, aumenta la flexibilidad, el equilibrio, la coordinación y la capacidad pulmonar y reduce el estrés. Además procura el alargamiento vertebral y ayuda a que los discos intervertebrales dejen de estar colapsados.
En opinión de los especialistas el trabajo del control, tanto de la posición del cuerpo como de la respiración, es muy importante y ello permite una mejora postural y de la respiración. También se tonifican y flexibilizan los músculos, y en consecuencia, se mejora el equilibrio entre los diferentes grupos musculares. Es recomendable su práctica, a quienes quieran realizar un ejercicio de mantenimiento o corrección postural, sean deportistas o no.
Otros, especialistas también, aseguran que para cadera, rodilla y hombro, no hay cinesiterapia (fisioterapia) más avanzada. Es beneficioso para la rehabilitación del aparato locomotor.
El pilates terapéutico se basa en el movimiento fluido y controlado, adaptado a la vida doméstica, al deporte o a la rehabilitación. El objetivo es prevenir que la lesión se repita y mejore el estado psicofísico. De hecho en países como EEUU y Reino Unido forman parte de las terapias de rehabilitación.
Es esencial la profesionalidad y el buen hacer del monitor, para una correcta ejecución, ya que una mala práctica puede representar riesgo de sufrir sobrecargas y lesiones músculo-ligamentosas. Tampoco es recomendable su practica bajo estados de inflamación aguda.
Son muchas las sociedades científicas que aconsejan el método pilates, entre otras cosas porque se adapta a todas las edades y formas físicas, e incluso se puede practicar en la enfermedad o la convalecencia, reduce la ansiedad y la depresión, mejora la autoestima y provoca una mayor sensación de control, aunque es importante realizarlo con un monitor particular. También se sugiere su práctica para combatir el estreñimiento, ya que facilita los movimientos peristálticos del intestino, que favorecen el tránsito intestinal. Es conveniente para prevenir fracturas por osteoporosis, para reforzar postura y refuerzo de la espalda de los niños, para ayudar a no perder la movilidad de pacientes encamados y para combatir la obesidad en adolescentes.
Fuente: Salud. eroski consumer.