¡Atentos a lo que no se dice de los alimentos que consumimos! es puro marketing comercial, cuando se resalta el contenido de omega 3 o de calcio de una galleta, podremos estar seguros de que el de azúcar o sal, de los que no se dice nada, también es alto...
Para comer saludable hay que identificar:
El tamaño de las raciones que ingerimos y que ha ido aumentando en los últimos años de forma progresiva, traduciéndose en un aumento de calorías, el mismo producto antes el mercado nos lo proporcionaba más pequeño y nosotros no hemos aumentado nuestra necesidad energética por lo que ese aumento se traduce en acumulación de grasa corporal.
El tipo de grasas, debemos diferenciar las buenas y que deberían suponer entre un 20-30 % de nuestra ingesta, porque son necesarias para cumplir funciones de nuestro organismo y las grasas trans o saturadas, de estas cuantas menos mejor.
No es lo mismo integral que enriquecido en fibra, en la versión integral de algunos alimentos, estos no pierden vitaminas, minerales y fibra, que es lo que ocurre con alimentos refinados, por ello es bueno consumir la versión integral de alimentos como cereales, pan, arroz, ...Los alimentos enriquecidos con fibra, aportarán mas cantidad de ésta pero sí pueden haber perdido parte de esas vitaminas o minerales.
La sal. Sólo el 25-30 % de la sal que consumimos es aportada por nosotros, el resto la ingerimos de los alimentos, sobre todo de los más procesados. El exceso que sin saber ingerimos es factor de riesgo en hipertensión y enfermedad cardíaca. Lo más acertado es consumir alimentos con bajo contenido en sal o sin ella, nuestro corazón lo agradecerá!.
El etiquetado de los alimentos. La legislación que regula las declaraciones nutricionales, no es conocida por gran parte de la población, que suele sentirse desorientado y hacer malas interpretaciones. Que un alimento sea ligh, no significa que deba ser consumido por obesos, o que no tenga muchas calorías, sólo que se ha reducido su contenido en grasas o azúcares en un 30%, y si originalmente es un alimento rico en calorías, deberemos limitar su consumo.
Fuente: http://www.consumer.es
El tipo de grasas, debemos diferenciar las buenas y que deberían suponer entre un 20-30 % de nuestra ingesta, porque son necesarias para cumplir funciones de nuestro organismo y las grasas trans o saturadas, de estas cuantas menos mejor.
No es lo mismo integral que enriquecido en fibra, en la versión integral de algunos alimentos, estos no pierden vitaminas, minerales y fibra, que es lo que ocurre con alimentos refinados, por ello es bueno consumir la versión integral de alimentos como cereales, pan, arroz, ...Los alimentos enriquecidos con fibra, aportarán mas cantidad de ésta pero sí pueden haber perdido parte de esas vitaminas o minerales.
La sal. Sólo el 25-30 % de la sal que consumimos es aportada por nosotros, el resto la ingerimos de los alimentos, sobre todo de los más procesados. El exceso que sin saber ingerimos es factor de riesgo en hipertensión y enfermedad cardíaca. Lo más acertado es consumir alimentos con bajo contenido en sal o sin ella, nuestro corazón lo agradecerá!.
El etiquetado de los alimentos. La legislación que regula las declaraciones nutricionales, no es conocida por gran parte de la población, que suele sentirse desorientado y hacer malas interpretaciones. Que un alimento sea ligh, no significa que deba ser consumido por obesos, o que no tenga muchas calorías, sólo que se ha reducido su contenido en grasas o azúcares en un 30%, y si originalmente es un alimento rico en calorías, deberemos limitar su consumo.
Fuente: http://www.consumer.es